El ylang-ylang es desde hace poco tiempo el favorito de los perfumistas en el mundo entero, hechizados por su intenso y dulce aroma. En el paraíso de Nosy Be (isla al este de Madagascar), donde esta planta crece en abundancia, se le llama «La flor del amor» porque las mujeres malgaches se perfuman el cuerpo y el cabello para seducir a los hombres y despertar su ardor amoroso.
Pero el ylang-ylang no es sólo una fragancia. De hecho, estudios recientes confirman que el aceite esencial de la planta, utilizado externamente, tiene acciones antiespasmódicas, que actúan sobre el sistema nervioso simpático y, en particular, sobre el corazón.
Un estudio hecho en 2004, realizado en Tailandia con animales, mostró que la potente fragancia de ylang-ylang tiene una acción antiespasmódica sobre las células musculares lisas, en particular los vasos sanguíneos, pero también, en menor medida, el miocardio (tejido del corazón) que es un músculo de dos tipos: liso y estriado. Al tener una acción directa sobre el sistema simpático, el ylang-ylang tiene también una acción indirecta sobre la frecuencia cardíaca. Así, el aceite esencial de ylang-ylang ralentiza la frecuencia cardíaca disminuyendo las palpitaciones y evitando taquicardias.
Es también un vasodilatador. Reveló la presencia de cumarinas y algunos ésteres que fluidifican la sangre y permiten una mejor irrigación de las células. De este modo, el ylang-ylang relaja las células de las paredes vasculares, aumentando el diámetro de los vasos sanguíneos, causando una reducción de la presión sanguínea y la disminución de la tensión arterial, especialmente si ésta es debida a ansiedad.
Un equilibrio general
Otro estudio realizado en 2003 por un equipo coreano demostró que la fragancia del ylang-ylang influye en los estados de ánimo. En este estudio, los sujetos que inhalaron ylang-ylang observaron un cambio anímico: disminuyó su excitabilidad, se sentían más calmados y relajados y su pulso era más lento. Su aroma voluptuoso aporta serenidad y tranquiliza a las personas nerviosas y ansiosas.
Asimismo dilata los bronquios y mejora la calidad de la respiración.
Se necesitan 100 kilos de flor de ylang-ylang para hacer sólo 2,5 litros de aceite esencial. La fragancia resultante es tan poderosa que a veces causa dolores de cabeza o incluso puede inducir al sueño.
Para masaje, diluir de 3-5 gotas de aceite esencial (3 gotas sólo para la cara) en 10 ml de aceite vegetal neutro (avellana, germen de trigo…) y masajee de la zona afectada. Repita 2 o 3 veces al día para actuar contra el nerviosismo. Para efectos cardiovasculares, frote el plexo solar, las sienes y el occipucio. Para un efecto afrodisíaco, masajee el coxis.
Para hacer inhalaciones verter unas gotas de aceite esencial en 1 litro de agua hirviendo. Dos veces al día, inhalar durante 10 minutos de 2 a 3 semanas, y luego hacer un descanso de 15 días.
Advertencia, no abusar de este aceite porque su olor persistente puede causar dolores de cabeza y somnolencia. Niños, mujeres embarazadas, alérgicos, consulten a un médico. No es recomendable si tiene que conducir.